Humanismo es un término que para nadie resulta hoy extraño, pues en la vida ordinaria se escucha con relativa frecuencia. No obstante, este hecho no implica un conocimiento cierto de sus rasgos y alcances, y esto a razón que, pensar en un humanismo en una sociedad como la nuestra, donde prima el aspecto económico, donde el verdadero sentido de la vida es satisfacer sus necesidades individuales más que las colectivas.
El humanismo surge como reaccionario contra las amenazas del fanatismo religioso y de la esclavitud del hombre por la máquina y los intereses económicos. Siendo el sentido esencial el conocimiento del hombre, pero un conocimiento que trasciende el orden físico, biológico, psíquico y aun social. Dicho conocimiento orientado al cuestionamiento filosófico de aquello que hace que el hombre sea cada día más hombre.
Considero que la educación es la única vía para humanizar al hombre, pero sin embargo en nuestra sociedad, el actual sistema escolar peruano impide al estudiante ser el agente de su propia educación, donde la escuela debería ser la prolongación del hogar.
Para responder a las exigencias de formación de ciudadanos del siglo XXI, se ha privilegiado la el desarrollo de habilidades, competencias, capacidades, actitudes y valores, sin que esto signifique no entender que, sin conocimientos no hay educación. Se trata más bien de comprender que las situaciones problemáticas futuras que vivirán los estudiantes de hoy, exige educarlos con visiones que se amplíen en el espacio y el tiempo para que sepan manejarse en situaciones complejas, reeducándose permanentemente, donde la información siempre cambiante es solo una herramienta entre otras.
Si bien es cierto la escuela tradicional pretendió formar a los estudiantes en diversas disciplinas, pero no los preparó para enfrentarse a los problemas fundamentales del mundo y del ser humano, para entonces no habían metodologías que permita abandonar los métodos expositivos, donde el maestro deje de ser la estrella que se luce dando cátedra de su brillantes, haciendo del estudiante un mero oyente y actor pasivo de su aprendizaje. pero a pesar de que han trascurrido muchos siglos, aún somos testigos de que esta tendencia no ha acabado puesto que aún en pleno S. XXI se observa a profesores que continúan dictando sus clases de manera expositiva.
En contraposición a esta escuela tradicional lo que busca el humanismo es propiciar aprendizajes significativos vivenciales acorde con el interés y necesidades, donde el respeto y apoyo sean fundamentales en el proceso de enseñanza aprendizaje, generando en los estudiantes autonomía, autoevaluación y creatividad. En un marco de libertad y conciencia. Siendo su propósito fundamental los valores, el amor, actuar con un propósito y dirigirse hacia una meta, la auto-realización, el sentido de la vida, y la superación del sufrimiento y misma muerte.
Es por ello que se considera fundamental el cambio de perspectiva de los maestros y maestros, puesto que nuestra labor es importante ya que de nosotros depende las futuras generaciones, demos amor para recibir amor, no exijamos nada que ni siquiera seamos capaces de hacerlo o cumplirlo, nuestros estudiantes son los mejores jueces, por ello reconsideremos nuestras acciones.